Crear, usar y eliminar: no es la única manera

El ritmo de consumo y generación de residuos de nuestra sociedad ha alcanzado un nivel alarmante que pone en riesgo el bienestar de nuestra generación y dibuja un futuro poco alentador para las próximas generaciones.

De acuerdo con estudios difundidos por el Banco Mundial los desechos mal eliminados tienen un impacto significativo en la salud y el medio ambiente, y el costo de abordar este impacto es muy superior al costo de desarrollar y poner en funcionamiento sistemas adecuados de gestión de los desechos.

Ante esta realidad, se han desarrollado distintas estrategias que permiten generar sistemas de consumo responsables y modelos de reducción y aprovechamiento de los residuos materiales.

Una de estas estrategias es la economía circular, un modelo que podría crear cambios importantes en toda la cadena de creación y consumo de bienes materiales para poner fin (o al menos reducir significativamente) a la generación de desechos que lesionen el medio ambiente.

 

¿Qué es la economía circular?

La economía circular es un sistema que se plantea como un símil del ciclo natural de transformación de los seres vivos, donde los residuos de cada especie son aprovechados para el sustento, alimentación y crecimiento de otras especies.

Siguiendo estas pautas, la economía circular plantea la posibilidad de usar principalmente materiales biodegradables, en la mayor proporción posible, para la fabricación de bienes de consumo; de manera que generen el menor impacto ambiental una vez que se agote su vida útil.

Al tratarse de componentes electrónicos, metálicos o de difícil descomposición, este sistema aboga por el desacople sencillo de dichos elementos para reincorporarlos al ciclo de producción y dar paso a una nueva pieza totalmente funcional y duradera.

Bajo este planteamiento, los residuos de un producto se convierten en recursos para generar otros productos, convirtiendo el desecho en materia prima y transformando el paradigma de creación y consumo de los bienes materiales.

Como parte de esta idea central, se prevé también el uso de energías renovables como parte del proceso de diseño, producción, transportación, consumo y reutilización de los productos.

Reciclaje y reutilización de los recursos

¿Cómo funciona la economía circular?

Para cumplir con sus propósitos, la economía circular se basa en los siguientes principios:

  • De residuos a recursos: apostar por materiales biodegradables que vuelvan a la naturaleza al cumplirse el tiempo de vida de los productos y reutilizar los materiales no biodegradables para dar paso a nuevos productos.
  • Eco-concepción: considerar el impacto ambiental a lo largo de toda la cadena de creación, consumo y eliminación de los productos.
  • Reparación: dar una segunda vida a los productos para promover su conservación y reducir la dinámica de comprar-desechar.
  • Economía de la “funcionalidad”: reducir la posesión de un producto y promover la venta del servicio (por ejemplo, pensar que estás rentando tu teléfono móvil y que al terminar su tiempo de vida lo cambias por otro que funcione adecuadamente “devolviendo” el teléfono anterior para que la compañía lo desacople y reutilice sus partes).
  • Valoración: transformar en energía aquellos residuos que no se puedan reciclar.
  • Reciclaje: reutilizar los materiales que se encuentran en los residuos.
  • Energía de fuentes renovables: eliminar el uso de combustibles fósiles y transitar hacia la implementación de energías renovables.
  • Ecología industrial y territorial: crear modelos de organización industrial que ayuden a la optimización de flujos de materiales, energías y servicios dentro de un territorio delimitado.

 

Ventajas de la economía circular

Además de los evidentes beneficios ambientales que se extraen de la economía circular, este modelo impulsa una visión que transforma todo el ciclo de consumo y reduce tanto los costos de producción para las empresas, como los costos de adquisición para el consumidor final.

Con el uso optimizado de los recursos, los beneficios a corto, mediano y largo plazo dan como resultado industrias que impulsan el crecimiento económico regional, ofrecen fuentes de empleo perdurables y promueven la conciencia medioambiental en un consumidor que evalúa sus necesidades reales.

De esta manera, se pone fin al sistema lineal de extracción, fabricación, utilización y eliminación de los materiales, para dar paso a la estructura circular que cuida y beneficia a cada uno de los agentes que intervienen en la creación de productos y servicios para el bienestar del ser humano.

 

Resumen

Como te habrás dado cuenta en este artículo, la economía circular se plantea como una respuesta ante el desbordante problema de la gestión de los desechos sólidos que pone en riesgo la salud y bienestar de nuestra sociedad.

Al mismo tiempo, ofrece distintas estrategias que ayudan a las empresas a crear productos y servicios donde los residuos se convierten en la materia prima para generar nuevos productos, reduciendo significativamente los costos de producción y el impacto ambiental de los desechos.

Finalmente, el ciclo se fortalece cuando los beneficios de la economía circular llegan al usuario final y generan un cambio de paradigma en su manera de consumir, desechar y utilizar los productos.

En este esquema, la unión entre los aspectos ambientales, económicos y sociales permite dibujar un panorama esperanzador para esta y las siguientes generaciones.

Ahora que conoces más sobre la economía circular, nos gustaría saber qué opinas sobre el tema y cuál es tu visión sobre el futuro de este sistema. Déjanos tus comentarios al final de este artículo o escríbenos directamente en redes sociales.

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