Por: Diana González
Durante los últimos años, hemos sido testigos de las consecuencias que ha traído el sistema global y sus prácticas extractivas. Si bien, esta dinámica ha traído tecnología y desarrollo, también se ha presentado desigualdad social y económica donde vemos un aumento constante.
Así pues, estamos en un contexto donde se presentan desafíos culturales, económicos, sociales, por lo tanto, es indispensable desarrollar estrategias adecuadas para lograr mayores y mejores impacto en las comunidades. Una de las propuestas más actuales es potencializar el creativo general, es decir, a través de la cultura, la economía y la innovación.
En ese sentido, las economías creativas se muestran como una alternativa que parte desde una perspectiva social, justa y responsable, pero a su vez, desde una visión más creativa reconociendo la diversidad, la cultura y cooperación. Se trata de un sector económico emergente y poderoso, es decir, con alto impacto económico, pero también, trabaja bajo una dinámica equitativa y sostenible. Según un estudio de 2015 de la compañía EY; la economía creativa representa alrededor del 3% del PIB mundial.
Si bien, aún no existe un consenso sobre el concepto pues diversos autores e instituciones le han dado diferentes sentidos, sin embargo, el texto “Documentos para el mapeo de industrias creativas 1998”, publicado por el gobierno de Reino Unido es una de las propuestas clave ya que menciona la importancia de la creatividad en la economía o sea, posicionar la propiedad intelectual como valor producido por las industrias creativas.
Igualmente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), interpreta el concepto como todas aquellas actividades que tienen el potencial de fomentar el crecimiento económico, la creación de empleos y ganancias de exportación y, a la vez, promover la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano.

En pocas palabras, las economías inclusivas buscan homologar la producción cultural y la comercialización de bienes, es decir, los sectores de trabajo y proyectos con la creatividad, el desarrollo sostenible, la cultura. Ahora bien, de acuerdo con la Unidad de Economía Creativa de British Council, para implementar un proyecto de industrias creativas con éxito, es necesario tomar en cuenta los siguientes siete pasos:
1.- Evaluar el valor de las industrias creativas dentro de la economía total. Esto se puede cuantificar con cifras como el nivel de empleo, el número y el tamaño de los negocios creativos, exportaciones, valor bruto añadido o la sectorización de la fuerza de trabajo (género, origen étnico, por ejemplo).
2.-Identificar qué áreas de la política pueden llegar a ser realmente influenciadas por el proyecto de mapeo. Estas pueden cubrir áreas de interés como Desarrollo económico local, Políticas industriales nacionales, Políticas culturales o Políticas nacionales industriales.
3.- Definir las industrias creativas. Decidir qué se debe incluir y qué se debe excluir, es decir, definir qué empresas quedan por fuera y cuáles quedan adelantar, para ello es importante, evaluar todas las industrias creativas o concentrarse en algunos más específicamente a través de Modelos de Negocio Creativos.
4.- Identificar aquel que liderará el trabajo de campo. En este punto, es importante establecer un líder a cargo del reclutamiento y de la dirección del equipo. Una de las actividades principales del encargado será generar un presupuesto detallado, seleccionar a un responsable de la investigación cualitativa y cuantitativa y tener en cuenta las condiciones políticas, culturales y económicas del entorno en donde se llevará a cabo el proyecto.
5.- Seleccionar el enfoque investigativo a aplicar. La elección del tipo de investigación dependerá de las circunstancias particulares de cada proyecto. Para este caso es necesario el uso de herramientas cuantitativas y cualitativas que incluyan análisis estadísticos, encuestas, entrevistas, grupos focales, investigaciones y bibliografía.
6.- Articular las conclusiones de los proyectos con los públicos clave y las agendas de política. Es indispensable generar un reporte final donde se presente la información relevante sobre vínculos con las políticas públicas e industrias creativas, así como recomendaciones basadas en evidencia sólida.
7.- Mantener el impulso. Para no perderse o quedarse en el olvido, se recomienda darle continuidad al proyecto, adoptar un marco mental de largo plazo, seguir recopilando información, figurar en medios de comunicación, mantener contacto con expertos de la economía creativa internacional o difundir los logos alcanzados.
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